Descubrir y aprender


El rico patrimonio histórico, arqueológico y cultural, forjado durante milenios por las diferentes civilizaciones y culturas que han poblado Girona y la Costa Brava se recoge en una exhaustiva oferta museística.

Etnología, historia, arqueología, arte… Pero también pesca, artesanía o legado industrial se recogen en los museos de las poblaciones del litoral. Así, por ejemplo, en l’Escala se encuentra el Museu d’Arqueologia de Catalunya-Empúries, en los restos arqueológicos de una ciudad greco-romana.

Muy cerca, en Palamós, el Museu de la Pesca, ofrece un recorrido por la historia de esta actividad indisociable de los pueblos de la Costa Brava. El Museu del Suro, en Palafrugell, dedicado al corcho, o el Eco-Museu La Farinera de Castelló d’Empúries, una antigua factoría harinera, son dos magníficos ejemplos de museos centrados en el patrimonio industrial.

Pero si lo que nos interesa es el arte más reciente, el museo Dalí de Figueres nos conduce a través del surrealismo del genio ampurdanés, mientras que las exposiciones temporales de los fondos de la colección privada Carmen Thyssen de Sant Feliu de Guíxols constituyen otra atractiva propuesta artística.

Tampoco el mundo mágico de los juguetes queda fuera del patrimonio museístico de la Costa Brava, como podrá comprobar el visitante del Museu del Joguet de Catalunya, en Figueres.

Caminos del románico

Iglesias, conventos, claustros y monasterios románicos salpican la geografía de la Costa Brava y de los Pirineos con ejemplos de esta arquitectura en cuyos arcos y piedras labradas está escrita la historia milenaria del territorio.

El monasterio benedictino de Sant Pere de Rodes, desde el que se disfruta de una vista privilegiada sobre el cabo de Creus, con su majestuoso campanario que corona la iglesia y el claustro, es una magnífica muestra monumental de esta arquitectura, como lo son también el monasterio de Sant Quirze de Colera, en plena sierra de l’Albera, o la colegiata de Santa María de Vilabertran. En el interior son inexcusables las visitas a Beget o a los monasterios de Santa Maria de Ripoll y de Sant Joan de les Abadesses.