Tanto Girona como específicamente la Costa Brava disponen de una red de rutas señalizadas que permiten adentrarse en el territorio a pie o en bicicleta y descubrir la naturaleza, los paisajes, la cultura y toda la riqueza, tanto cultural como arquitectónica o gastronómica, que esconden las tierras del interior al ritmo que cada uno escoja.
Es también un destino especialmente adecuado y apreciado internacionalmente para la práctica del ciclismo de carretera. Son muchos los ciclistas de todo el mundo que acuden a las comarcas de Girona para entrenar, no solo por su orografía, que incluye llanuras, puertos de montaña y de media montaña, sino también por la tranquilidad y la seguridad que ofrece la amplia red de carreteras secundarias y por la calidad de vida y los servicios de que disfrutan.