La convivencia con otras embarcaciones y con los bañistas
Cuando salimos a navegar no estamos solos. De la misma manera que hay que proteger el medio marino, también hay que respetar a los demás, empezando por prestar ayuda siempre que se nos requiera. Nunca sabemos con lo que nos podemos encontrar en el mar y la ayuda puede ser necesaria en el momento más inesperado. Si su barco es mediano o grande, respete a las embarcaciones menores y preste siempre atención a los objetos flotantes y a los bañistas. Evite el ruido innecesario, que no hará más que molestar y provocará rechazo de los demás hacia el sector náutico.
Respete siempre los límites de velocidad, sobre todo cuando se acerque a las entradas de las calas y especialmente en la navegación dentro de los puertos. Es sabido que en estos casos la velocidad máxima es de 3 nudos. Y, como siempre, sea prudente y salga a navegar y a disfrutar de la náutica habiendo consultado previamente las informaciones meteorológicas y su evolución durante el día.