Navegar por placer priva de la rebaja general de 20 céntimos en el carburant
El Gobierno excluye de la bonificación a particulares, pero la mantiene a barcos comerciales
Navegar por placer desde junio ha salido más caro. El Boletín Oficial del Estado (BOE) ampliaba la bonificación de 20 céntimos a los carburantes hasta el 31 de diciembre de 2022. Una norma que parecía realizarse con los mismos términos que cuando se puso en marcha, pero que en esta ocasión cuenta con el siguiente apéndice: «Quedan excluidos de la bonificación los productos anteriores utilizados como carburante en la navegación privada de esparcimiento».
A estos efectos se entiende por navegación privada de esparcimiento la realizada, detalla el BOE, «mediante la utilización de una embarcación, que no sea de titularidad pública, por el propietario o por la persona que la pueda utilizar, mediante arrendamiento o por cualquier otro título, para fines no comerciales y, en particular, para fines distintos del transporte de pasajeros o mercancías o de la prestación de servicios a título oneroso».
Nadie le pregunta a un automovilista por qué utilizará el combustible cuando repuesta. Sea el motivo que sea, podrá beneficiarse del descuento de 20 céntimos por litro por el mero hecho de abastecerse en territorio español.
Entonces, ¿por qué en el sector náutico se excluye a los particulares que navegan por placer en embarcaciones propias, alquiladas o cedidas?
El mercado náutico en España está conformado en más de un 80% por embarcaciones de hasta 8 metros de eslora, pequeñas embarcaciones que utilizan más familias de clase media para disfrutar de sus vacaciones, al igual que quien reserva un hotel o alquila un apartamento para disfrutar del ocio cerca del mar.
Por último, ¿cree que es justo o injusto?