Parque Natural de los Aiguamolls de l'Empordà

Las aves, las grandes protagonistas

Los Aiguamolls, de enorme interés biológico y paisajístico, son un entorno ideal para el turismo familiar y de naturaleza.

Situados al norte de la Costa Brava, entre las poblaciones de Castelló d’Empúries, Empuriabrava y Sant Pere Pescador, estos humedales antiguamente ocupaban casi toda la llanura de la bahía de Roses. Esta extensa área se redujo debido, sobre todo, a la expansión agrícola, con arrozales, y a la ganadería, con cercados para el ganado.

El Parque Natural de los Aiguamolls de l’Empordà es una zona de gran interés biológico, pero también con un enorme valor paisajístico, cultural y económico, y dispone de varios servicios como el centro de información, el centro de documentación y un museo de historia natural de las marismas. El territorio se caracteriza principalmente por la presencia de materiales aluviales que se transforman en marinos después de pasar por una zona de transición.

Es una extensa área de interesante fauna y flora, que atrae a numerosas aves migratorias que se alimentan en este entorno ya que es un lugar de paso y una zona de acogida de numerosas especies procedentes del centro de Europa y el continente africano en búsqueda de mejores condiciones ambientales durante las épocas de poco alimento y meteorología rigurosa

Los mejores momentos para la observación de aves son a primera hora de la mañana y al atardecer, en los meses de marzo, mayo y agosto, cuando es época de migraciones.

La zona invita a agradables excursiones que permiten descubrir gran variedad de especies animales y una rica vegetación, gracias a los contrastes derivados de la proximidad del mar.

Existe un gran abanico de posibilidades y rutas que se ofrecen para poder pasar un día inolvidable.

Con sus casi 5.000 hectáreas y numerosas lagunas y marismas, es el lugar de residencia permanente y de paso de cientos de especies de aves migratorias. 

El parque es un enclave perfecto como destino de turismo familiar y de naturaleza. Los 40 kilómetros de rutas señalizadas que lo recorren, como la Ruta de los Estanques o el Camino Natural de la Muga, son ideales para la práctica del senderismo, el cicloturismo o la observación de aves, desde puestos especialmente concebidos para ello.

El Cortalet, el centro de información y documentación del parque, es el punto de partida en el que se ofrecen numerosos itinerarios aptos para todos y se pueden contratar actividades y vistas guiadas.